Cada vez es más común implementar la grama sintética en el diseño de espacios, tales como áreas comunes, de recreo, canchas, parques públicos, terrazas o jardines.
Un gran beneficio de la grama sintética es su estabilidad, es decir, se puede usar en espacios donde el césped no crece de forma adecuada, ayuda a controlar su crecimiento y, si se instala adecuadamente, conservará su color y textura natural.
A su vez, al ser sintética, no requiere fertilizantes ni pesticidas para su mantenimiento, reduce el consumo del agua, haciéndola amigable con el medio ambiente y fácil de cuidar.
Ahora, cómo puedes usarla en tus espacios. Te traemos algunos ejemplos:
Espacios comunes o parques
En el diseño de jardines o zonas comunes, como parques, es una muy buena alternativa. Al ser más resistente que la grama natural, permite tener un alto tráfico sin deteriorarse rápidamente.
Terrazas o jardines
En este caso, la grama sintética puede ubicarse en una terraza o jardín, donde hay piso, en lugar de grama natural, de esta forma puedes ambientar tus espacios de manera controlada y con detalles que evocan la naturaleza.
Techos
Otra aplicación de la grama sintética es a través de la ambientación de techos, lo que permite mantener la estética del contexto y darle una continuidad al paisaje.
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